El día de hoy, te contaremos, la de una mujer y sus hermanas que horrorizaron a todo México, con sus terribles actos, Delfina González Valenzuela y sus familiares, “La poquianchis” .

Las Poquianchis fueron hijas de un , durante el mandato de Porfirio Díaz, quien sin pensar en el daño que le provocaba a las niñas, les hacía contemplar las torturas de las que eran objeto los detenidos, por parte de la policía en aquella época.

Para mediados del Siglo XX en México, la pobreza y la falta de oportunidades empujaban a muchas mujeres a la prostitución como medio de subsistencia. En este entorno de vulnerabilidad y con una débil aplicación de la ley, surgieron figuras como Delfina González Valenzuela, quien explotaría esta situación de manera cruel y despiadada.

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Delfina González Valenzuela, nacida en 1909, junto con sus hermanas María de Jesús, Carmen y María Luisa, originarias de El Salto, Jalisco, se involucraron en la administración de prostíbulos en los estados de Jalisco y Guanajuato. Inicialmente, operaron cantinas que ofrecían servicios sexuales de manera discreta. Con el tiempo, el negocio se expandió y las hermanas González Valenzuela establecieron burdeles donde ejercían un control absoluto sobre las mujeres que trabajaban para ellas.

Bajo la fachada de ser dueñas de negocios prósperos, las "Poquianchis" (apodo cuyo origen no está del todo claro) sometieron a las mujeres a condiciones de vida infrahumanas. Las obligaban a trabajar largas jornadas, les descontaban de manera arbitraria supuestas deudas por comida y vestimenta, y las mantenían en un estado de virtual esclavitud. Aquellas que intentaban escapar o que dejaban de ser "útiles" eran brutalmente desvividas.

¿Cómo las Poquianchis lograron mantener su negocio ilícito durante años?

La red de terror de las Poquianchis se extendió durante años gracias a la corrupción de autoridades locales que, o bien ignoraban las atrocidades, o bien eran cómplices de las hermanas a cambio de sobornos.

De acuerdo con testimonios de personas en El Salto, Jalisco, las Poquianchis, eran personas caritativas y religiosas ante la imagen de la comunidad, creyéndose imposible que fueran responsables de horribles delitos.

Se estima que el número de víctimas podría ascender a más de 90, incluyendo femeninas explotadas, clientes e incluso los hijos de algunas de las mujeres a las que mantenían trabajando para ellas.

¿Cuándo Las Poquianchis fueron detenidas?

La macabra historia de las Poquianchis llegó a su fin en 1964, cuando las autoridades, alertadas por la desaparición de varias mujeres y gracias a que dos de sus víctimas lograron escapar y avisar a las autoridades de León, Guanajuato, la policía investigó uno de sus establecimientos en San Francisco del Rincón, Guanajuato.

El descubrimiento de fosas clandestinas con decenas de cuerpos reveló la magnitud de sus crímenes, conmocionando a la sociedad mexicana, lo que llevo a la detención de Delfina González Valenzuela y sus hermanas María de Jesús y María Luisa en 1964.

¿Cómo y cuándo murieron “Las Poquianchis”

María del Carmen fallecería a finales de los 60 de cáncer, Delfina fallecería en 1968, tras caerle un bote con cemento en la cabeza, María Luisa moriría de cáncer en 1984 y María de Jesús quien posteriormente fue libera, pues no se le encontró relación alguna con los crímenes, fallecería en su casa en 1990.

El caso de las Poquianchis se convirtió en un símbolo de la brutalidad, la impunidad y la explotación que existían en ciertos sectores de la sociedad mexicana de la época.

La historia de las Poquianchis ha sido objeto de libros, películas y obras de teatro, perpetuando la memoria de las víctimas y sirviendo como un recordatorio de la oscuridad que puede engendrar la ambición desmedida y la falta de justicia.

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