Cuauhtémoc.— La pandemia hizo que mucha gente se reinventara. Uno de ellos fue Edmundo, quien enfrentó una depresión. Sin embargo, entrar al mundo de la venta de productos dedicados a la , pudo salir adelante.

Este Ingeniero en sistemas computacionales de profesión está por cumplir dos años vendiendo sus productos en el tianguis que se instala afuera de la los días que hay funciones.

Me cuenta que, gracias a buen amigo que le compartió su puestecito y le dio chance de ser productivo ante la falta de empleo, comenzó la aventura llamada E/Mundo Píxel, con algunos stickers y chacharitas.

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Labubus y capibaras enmascarados en la Arena México. Foto: (Sergio Trejo. El Gráfico)
Labubus y capibaras enmascarados en la Arena México. Foto: (Sergio Trejo. El Gráfico)

Con el paso del tiempo, su negocio ha crecido y ahora ofrece calcetines, figuras, llaveros, máscaras, imanes, playeras, de todo un poco, para cualquier presupuesto y gusto.

Sin querer, descubrió que tiene alma y verbo de vendedor, por lo que la gente se acerca para preguntar por su mercancía. Su filosofía es “no es qué vendes sino cómo lo vendes”. Es un tiburón.

Labubus y capibaras enmascarados en la Arena México. Foto: (Sergio Trejo. El Gráfico)
Labubus y capibaras enmascarados en la Arena México. Foto: (Sergio Trejo. El Gráfico)

Y de ahí viene el producto de moda que decidió ‘tropicalizar’ a la lucha libre. Aprovechando el boom entre la chaviza, primero por los Labubus y luego por los Capibaras, decidió enmascararlos.

La idea surgió cuando le puso una mascarita de decoración, que vendió un amigo, a un peluche de Capibara, después aprovechó la popularidad de los Labubus y también lo enmascaró teniendo gran aceptación. Para muestra las buenas ventas que tiene, yo lo vi.

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