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La Justicia de Brasil ha dictaminado la absolución de las siete personas restantes que estaban siendo juzgadas por el incendio que devastó el centro de entrenamiento del Flamengo en febrero de 2019. Este doloroso suceso causó la muerte de diez jóvenes futbolistas de las divisiones inferiores y dejó a tres más heridos.
La decisión, emitida por la 36ª Sala Criminal del Tribunal de Río de Janeiro, marca el cierre judicial de uno de los momentos más trágicos en la historia reciente del fútbol brasileño.
El Tribunal concluyó que no se presentaron las pruebas suficientes que demostraran que los acusados tuvieron una contribución directa en el origen del siniestro.
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Entre las personas absueltas se encuentra Antonio Márcio Mongelli, quien se desempeñaba como director financiero del Flamengo en ese momento, además de varios técnicos y especialistas responsables del mantenimiento de las instalaciones donde dormían los menores.
Según el comunicado oficial, la responsabilidad penal no puede recaer sobre individuos solo por el cargo ocupado, sino que se requiere "evidencia concreta de acción u omisión determinante en el resultado trágico". Una parte de los originalmente denunciados ya había sido excluida en fases previas del proceso.
¿Qué provocó el incendio en el centro de entrenamiento del Flamengo?
El incendio ocurrió en la madrugada del 8 de febrero de 2019 en el complejo conocido como Centro de Entrenamiento George Helal, popularmente llamado 'Ninho do Urubu', ubicado en la zona oeste de Río de Janeiro.
Las víctimas mortales eran jóvenes promesas del fútbol que tenían entre 14 y 16 años de edad y que se encontraban durmiendo en uno de los alojamientos del club más popular de Brasil cuando el fuego comenzó a propagarse. La sospecha principal es que la catástrofe fue originada por un cortocircuito en un aire acondicionado dentro de las habitaciones.
¿La decisión judicial sobre la absolución es definitiva?
A pesar de la resolución emitida por la 36ª Sala Criminal, la sentencia aún puede ser apelada por las partes ante los tribunales superiores de Brasil. No obstante, esta decisión judicial representa un punto final para el proceso penal contra los directivos y técnicos acusados del trágico evento que enlutó al fútbol brasileño.
