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Con apenas 18 años, 2 meses y 9 días, Lamine Yamal confirmó en París que no solo es una promesa, sino ya una realidad del fútbol mundial. El atacante del Barcelona se convirtió en el jugador más joven en subir al podio del Balón de Oro, un hito que marca un antes y un después en su fulgurante carrera.
El extremo blaugrana no solo se llevó los aplausos por su madurez competitiva, también encadenó su segundo Trofeo Kopa, destinado al mejor futbolista menor de 21 años. Nadie lo había ganado dos veces, lo que refuerza su estatus de talento generacional.
En la gala celebrada en el teatro del Châtelet de París, Ousmane Dembélé, figura del Paris Saint-Germain campeón de Europa, fue el gran triunfador al conquistar el Balón de Oro, mientras que Vitinha, también del conjunto parisino, completó el podio. Otro culé, Raphinha, cerró el top cinco tras un curso brillante.
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¿Cómo se compara Lamine Yamal con otras leyendas del Balón de Oro?
El récord absoluto sigue perteneciendo a Ronaldo Nazario, que en 1997 se llevó el Balón de Oro con apenas 21 años, tras deslumbrar en el Inter de Milán y antes en el Barcelona. Le siguen Michael Owen, que lo conquistó en 2001 con 22 años, y Lionel Messi, que lo ganó en 2009 con 22 años y medio, iniciando la era más gloriosa del Barça.
Lo de Lamine Yamal no es casualidad: su irrupción ha sido comparable a la de aquellos gigantes, pero con el añadido de que todavía tiene margen para pulverizar registros históricos. Con tres años por delante, el canterano culé está en posición de convertirse en el futbolista más joven de todos los tiempos en conquistar el galardón absoluto.
¿Qué significa este logro para el futuro del Barcelona y de España?
Para el Barcelona, que atraviesa un proceso de reconstrucción tras la salida de Messi, tener a Lamine Yamal ya entre los tres mejores del mundo es un espaldarazo al trabajo de cantera. A nivel internacional, su reconocimiento refuerza la identidad del club como productor inagotable de talento.
En clave de selecciones, el delantero también fue protagonista en la Eurocopa 2024, donde España levantó el título con él como figura emergente. Su proyección invita a pensar que será el gran líder de la próxima década para la Roja y para el Barça, combinando precocidad, madurez y capacidad para decidir partidos en el máximo nivel.
En definitiva, Lamine Yamal no solo ha hecho historia con su podio en el Balón de Oro 2025, también ha encendido la expectativa de que estamos frente a una carrera destinada a marcar época en el fútbol mundial.
