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El futbol es una inagotable fuente de historias, especialmente en los mundiales. ¿Cuántas veces has escuchado anécdotas de este deporte que han terminado en la pérdida de vidas humanas? En esta ocasión, te contaremos una historia que, de haberse marcado un gol más, pudo haber terminado en una tragedia internacional.
Tenemos que retroceder en la historia un par de años, para ser exactos hasta la Copa Mundial de 1974 que tuve como sede Alemania Federal. Para este mundial llegaba como selección favorita Brasil, en 1970 se coronó Campeona del Mundo en México. Precisamente la selección brasileña fue la que definiría si toda una selección sufriría de las amenazas de su dictador.
La selección de Zaire llegaba a Alemania debutando en los mundiales ante un panorama complicado, en su grupo estaba Escocia, Yugoslavia y Brasil; en ese mismo orden los tenía que enfrentar.

En el primer partido contra Escocia, Zaire perdió 2-0, con goles de Peter Patrick Lorimer y Joseph Jordan. A pesar de la derrota, este fue su mejor encuentro en el torneo. Sin embargo, el segundo partido contra Yugoslavia fue el que encendió la alarma y puso en riesgo sus vidas.
La goleada que desató el miedo
Yugoslavia llegaba de sacar un empate ante la Brasil de Jairzinho, por ende, llegaba como favorito para este duelo. Las predicciones fueron ciertas, al finalizar los 90 minutos de juego el marcador fue 9-0. El dictador de Zaire no tardó en enterarse de esta noticia y mandó un mensaje aterrador para sus seleccionados: "Si vuelven a perder por más de tres goles... no regresan".
¿Cuál era su próximo partido?
Zaire tenía como último partido a la selección brasileña, una selección brasileña que llegaba al tercer partido con la obligación de ganar, esto derivado de empatar ante Suecia y Yugoslavia. Minuto 12 del encuentro y Jairzinho anotaba el primero del partido, minuto 66 y cayó el segundo gol del partido para Brasil por parte de Rivelino; este no fue el final, al minuto 79 Valdomiro anotó el tercer gol del partido, al menos 11 minutos la selección de Zaire tenía que defender literalmente su portería con su vida.
En estos últimos 10 minutos del partido sucedió algo que jamás se había visto, tiro libre a favor de Brasil, la barrera colocada y los cobradores listos para patear a arco... eso no sucedió, un jugador de Zaire (Ilunga, defensor de Zaire), corrió hacia el balón y lo pateó hacia el arco de Brasil; años después confesó que buscaba ser expulsado... no lo logró y solo recibió una tarjeta amarilla.
Terminó el partido, ¿el marcador? 3-0 a favor de Brasil, a un gol de perder la vida, a su familia, todo lo que habían construido.