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En una jornada llena de esfuerzo y valentía, el equipo sudafricano Mamelodi Sundowns se despidió del Mundial de Clubes con una mezcla de orgullo y frustración, al quedar al borde de la clasificación tras empatar 0-0 contra Fluminense. El empate dejó a los brasileños con la ventaja necesaria para avanzar a los octavos de final, mientras que a los sudafricanos les faltó ese último empuje que los hubiese llevado a la siguiente fase.
El encuentro, que se jugó bajo una gran presión por parte de los Mamelodi Sundowns, estuvo marcado por un dominio inicial de los sudafricanos.
Desde el comienzo, el equipo de Sudáfrica mostró una presión alta que dejó descolocados a los brasileños, quienes no podían conectarse y se veían superados en los primeros minutos del partido. Los Sundowns tuvieron dos claras oportunidades para adelantarse, pero Fabio, el arquero de Fluminense, demostró su destreza al detener dos intentos, manteniendo el empate en el marcador.
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A medida que avanzaba el primer tiempo, un cambio en la dinámica del partido ocurrió con la pausa de hidratación, la cual permitió a Fluminense calmar un poco la presión ejercida por su rival. A pesar de no dominar el balón, el equipo brasileño comenzó a defenderse con mayor solidez y a recuperar el control en los minutos previos al descanso.
Además, una dura entrada de Mokoena sobre un jugador de Fluminense dejó al jugador sudafricano al borde de la expulsión, lo que llevó a su entrenador a tomar la decisión de dejarlo fuera en el descanso.
En la segunda mitad, el Mamelodi Sundowns volvió a salir al campo con la intención de seguir atacando, aunque sin lograr concretar las ocasiones. Con el paso del tiempo, la falta de claridad y energía en el juego del Mamelodi comenzó a ser evidente, lo que permitió a Fluminense mantener el empate y control del encuentro, a pesar de que no dispararon a puerta en los primeros 45 minutos de la segunda parte.
Una de las decisiones clave del técnico de Fluminense fue la entrada de Keno, quien buscaba aportar más profundidad en el ataque brasileño. Sin embargo, el equipo de Sudáfrica no logró generar las oportunidades necesarias para poner en aprietos a los defensores de Fluminense, y el partido terminó sin disparos entre los tres palos en la segunda mitad. Un saque de esquina en el tiempo de descuento, despejado por la defensa brasileña, fue la única ocasión en la que el Mamelodi estuvo cerca de marcar.
El empate dejó a Fluminense en el segundo lugar del grupo F con cinco puntos, insuficientes para superar a Borussia Dortmund, que avanzó como líder. Por su parte, los Mamelodi Sundowns terminaron con cuatro puntos, dignos de mención pero insuficientes para lograr el pase a la siguiente ronda.
Sin embargo, más allá de los números, lo que destacó fue la impresionante afición de los Mamelodi Sundowns, quienes, aunque pocos en número, estuvieron presentes durante todo el encuentro, animando sin cesar desde las gradas. A pesar de ser apenas un centenar de personas, su energía y entusiasmo hicieron que su presencia se sintiera más allá de lo que los números indicaban, superando en ruido a los miles de hinchas de Fluminense.
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