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Entrar a Tlalnepantla es adentrarse al barrio de Edson Álvarez. La tarde del martes, el Gobierno Municipal le hizo un merecido homenaje al jugador del West Ham, evento que convocó a cientos de vecinos del municipio.
Camino al ahora exDeportivo Santa Cecilia, las historias sobre Álvarez son innumerables. La mayoría presume con orgullo algún momento de cercanía con el ídolo, el niño que logró cambiar su vida jugando al futbol.
“Mi hermano jugaba con él”, “sus papás vendieron su casa para que él pudiera cumplir su sueño”, son algunos de los comentarios que hizo un conductor de un taxi por aplicación que nos acerca al evento donde Álvarez reinauguró el deportivo.
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Ante la multitud y con la voz entrecortada, el ‘Machín’ habló y prendió al público: “Es muy especial para mí poder regresar, recuerdo jugar toda mi niñez en este deportivo y es un orgullo que pueda llevar mi nombre. Siento su apoyo estando aquí en Tlalne o en Inglaterra”.
Manos le faltaron para atender a todos, aunque hubo quienes presuntamente se hicieron valer de sus contactos. “Tengo familia que lo conoce y ya les di mis camisetas para que me consigan una firma”, contó una niña a sus amigos de la colonia.
La realidad es que la vida de Álvarez está muy lejos de esta gente que lo ve con admiración, sin embargo, tomarse un tiempo para pasar a saludarlos, les brindó ilusión, inspiración y esperanza a las nuevas generaciones que ven en él un ejemplo a seguir.
Aunque se intentó mantener el orden, su público se abalanzó y el acto se salió de control. Nadie quería hacerle daño, pero la emoción de los más pequeños se desbordó y emergió la desesperación de los padres que buscaban un gran recuerdo para sus hijos.
La tormenta puso un tajante final a la convivencia; no obstante, la gente persiguió la camioneta del futbolista para despedirlo entre porras.
