A casi seis años de mantenerse libre de drogas, Paris, la única hija de Michael Jackson, habló abiertamente sobre una secuela física derivada de su consumo: una perforación en el tabique nasal.
En Instagram, explicó que padece una perforación septal, un orificio en el cartílago que separa las fosas nasales, y mostró el interior de su nariz iluminándolo con la linterna del teléfono. “Tengo un silbido muy fuerte cuando respiro por la nariz”, contó la modelo.
Paris añadió: “Eso es… lo que creen que es. No consuman drogas, niños. O bueno, háganlo; cada quien vive la experiencia que necesita vivir”. Aun así, subrayó que no lo recomienda porque la adicción “arruinó” su vida.
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Además, confesó que no desea operarse para corregir la perforación, ya que el proceso implicaría tomar medicamentos y prefiere evitarlos.
“He vivido con esto desde los 20 años y es un fastidio cuando estás en el estudio”. Incluso, reveló que puede meter un espagueti por la nariz y moverlo de lado a lado. Al final del clip, mostró el silbido que se produce cuando respira.

Hace diez meses, publicó un emotivo mensaje celebrando su nueva vida, después de haber luchado durante su adolescencia contra la depresión, la ansiedad, el alcohol y la heroína. “Hola, soy Paris Jackson y soy alcohólica y adicta a la heroína”, escribió con valentía.
Aseguró que su sobriedad le ha permitido recuperar alegría: “Es gracias a que estoy sobria que hoy puedo sonreír. Puedo hacer música y disfrutar del amor de mis perros”.








