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Miguel de la Mora, mejor conocido como “Mikey hair”, asesinado ayer en la Ciudad de México es propietario de dos salones de belleza ubicados en Polanco y en Zapopan.
Tras el crimen en su contra, algunas de sus clientas, no famosas, exhibieron en redes sociales los abusos en los cobros de sus servicios.
Hace tres meses, Paulina Nu, publicó una reseña en Google sobre su experiencia en la sucursal de Masaryk.
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“Me hubiera gustado leer los reviews antes de hacer cita. Los precios son un robo ($8,000 por un matiz), cabe señalar que la primera cotización que me dieron fue de $1500 pero te van sumando hasta el aire que respiras para terminar con una cuenta de casi $9000 pesos. La persona que me atendió insistió varias veces en despuntarme el cabello, a lo cual le contesté que no, terminó despuntándome el cabello y sumando a la cuenta otros $900 cuando yo nunca acepté ese servicio. Creo que existen mejores lugares a precios mucho más accesibles”.
Maysa Bustamante, también clienta de la CDMX publicó lo siguiente.
“Fatal atención, sus precios son un robo, sales destrozada del cabello y aparte el estilista supuesto dueño, basta con verlo en sus redes (ahora entiendo porque cobra lo que cobra) su vacío y ego es tal, que tiene q anunciar marcas, viajes y accesorios en lo que gasta, pobre. Este es el resultado de tu personal y trabajo o tu vida vacía acabara pronto”, dijo hace nueve meses, tal vez como presagio de lo que pasaría.
Las clientas de la sucursal matriz ubicada en la Plaza Comercial Puerta de Hierro, en Zapopan, Jalisco, tienen opiniones muy similares a las de la Capital.

“Pésima experiencia. Los precios son exageradamente altos para el servicio mediocre que ofrecen. El personal no es honesto, te agregan cargos por servicios que nunca pediste y luego se justifican con excusas ridículas. El resultado final ni siquiera se acerca a lo que prometen y la atención deja mucho que desear. Un lugar que solo busca sacarte dinero sin ofrecer calidad. No lo recomiendo en absoluto, fue una completa pérdida de tiempo y dinero”, publicó hace cinco meses Alexandra Flores.
“Desafortunadamente no fue lo que esperaba, sin duda no recomiendo ir a este lugar. No vale la pena, no hay transparencia en los precios. Previamente llame para saber los costos de los servicios que me interesaban, me dijeron los precios, al momento de estar en la cita me ofrecieron algo de tomar. Se terminaron los servicios y resulta que la bebida costaba más que el corte/secado y manicure. Al momento de pedirles un menú con los precios de las bebidas no cuentan con uno. Una mimosa vale $1,320 pesos y su argumento es “estamos en Andares”. Pésima experiencia no pierdan su tiempo y dinero yendo a un lugar tan estafador”, relató Adriana Rojas hace 11 meses.
Pero esto no solo ha pasado con las clientas eventuales, también las VIP manifestaron su molestia por la falta de claridad en los precios en ambos establecimientos.
Una de ellas fue la influencer Priscila Escoto quien compartió que le cotizaron en 116 mil pesos la colocación de 200 gramos de cabello brasileño, una cifra que también generó molestia en redes sociales.
Aunque esto no es motivo para que el estilista haya sido asesinado, sí revela mucho de lo que era en vida con sus negocios.