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Herly RG no ganó MasterChef Celebrity Generaciones, pero dejó huella con cada platillo, cada lágrima y cada broma lanzada con el alma al sartén. Y aunque se quedó a un paso de la final, tenía muy claro su objetivo si se llevaba el premio: “Yo les decía a mis seguidores que si ganaba iba a hacer un pachangón con Los Temerarios. Con ese millón, los contrataba y armaba la fiesta. Una parte en fiesta, otra en un negocio… pero los Temerarios eran prioridad”, bromea.
Así, con el humor que la hizo viral, Herly —o Herlanlly Rodríguez, como se le conoce fuera de personaje— habló con este medio sobre su paso por el reality, los rumores de favoritismo, el desgaste físico y mental, y la vida que viene después del delantal negro.
“No me puse el pie esta vez”, asegura, aunque sí reconoce que llegó al top 5 prácticamente fundida. “Ya me dolían las piernas, las desmañanadas estaban pesadas y mentalmente estaba cuestionándome si de verdad estaba lista para presentar un menú completo. Creo que eso me distrajo.”
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Cuando se le pregunta por la supuesta cercanía con Zahie Téllez —una de las juezas— y los rumores de trato especial, Herly no se esconde: “Sí, la conozco desde hace cinco años. Y justo por eso me preparé más. Contraté a un chef profesional, grabé todo mi proceso antes de entrar para que no vinieran con que me daban clases en su casa. Qué oso, la gente inventa mucho”, destaca.
También revela que Zahie fue clara con ella desde el inicio: nada de confundir la amistad con los comentarios duros. “Si el platillo estaba feo, me lo decía. Y en mi última cocinada, los tres jueces me dijeron: ‘estamos decepcionados de ti’. Así de frontal. Así es esto.”
Para Herly, la cocina fue solo una parte de la experiencia. Lo real fue resistir. “MasterChef no es solo cocinar. Es un reality de resistencia emocional. Muchos se van tronando porque se lo toman personal. Yo aprendí a no hacerlo... tanto.”
Hoy, lejos del delantal negro, Herly se multiplica: está en teatro con La Señora Presidenta, continúa su podcast Polos Opuestos con su esposo y promete revivir todos sus platillos de MasterChef en su canal de YouTube. Pero también, y no menos importante, vuelve a la música, un sueño que viene desde que tenía seis años.
“Estoy descubriendo sonidos nuevos, organizando todo lo que he hecho musicalmente. No hago esto para ser más famosa, lo hago porque me nace, porque la música me acompaña desde que soy niña”.
A eso se suma una nueva ola de seguidores, muchos de ellos niños que la vieron en la tele y ahora la siguen en sus redes. “Yo, que soy bien pelada, ahora tengo que tener cuidado porque me siguen chavitos. Y se siente bonito, claro, pero es otra responsabilidad.”
Y aunque no ganó el millón, Herly se llevó algo más profundo: el reconocimiento del público, el respeto del medio y la certeza de que está en el camino correcto.
“No soy solo la influencer ni solo Tomás. Soy Herlanlly. Y cuando perteneces a un lugar, por más que te quieras ir… ese lugar te llama de vuelta.”
