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Anabel Ferreira no necesita permiso para reírse de sí misma, cuestionar lo que ve y para contar que su paso por MasterChef Celebrity no fue para lucirse con el cuchillo, sino para servirse un plato bien lleno de experiencia, amistad y libertad.
“Yo salí como la campeona que soy”, dice a El Gráfico con esa sonrisa que hace eco en la memoria de toda una generación que creció viéndola dominar el humor fino en televisión abierta.
“Me divertí, aprendí, fui la reina del mandil negro y la rival más débil, pero gané en todos los sentidos”, sentencia.
Durante la contienda, Anabel fue sumamente criticada por su falta de pericia en la cocina y porque la suerte jugó a su favor y le permitió llegar lejos en el reality de TV Azteca.
Sí, hubo quien le tiró con todo. “¿Y? Me vale gorro”, mencionó. “A estas alturas de mi carrera no le voy a pedir permiso a nadie para hacer lo que yo quiero. Fui a pasarla bien, no a apuñalar a mis compañeros por la espalda”, declaró.
Anabel fue testigo de lo mejor y lo peor del formato. Se dejó encantar por la juventud de sus compañeros, “los chavos son apoyadores, generosos, nada individualistas”, declaró.
Y dejó claro que ella no vino al mundo a competir desde el ego: “Eso de tirar al otro para subir tú es un cáncer latinoamericano”, lamentó.
Si MasterChef tiene algo que le impresionó... fue la producción: “Hay 280 personas involucradas. Eso es un monstruo de producción. Y claro, para mí, que he dirigido y producido, fue fascinante”. Pero la cocina, admite entre risas, no es lo suyo. “Yo no fui a ganar. Fui a darme gusto. Y estuvo bien divertido”.
Sobre quienes la criticaron, ni mencionarlos: “Cuando uno está en paz con uno mismo, ni vale la pena perder el tiempo hablando de los que te tiran. Yo jamás hablé mal de nadie, porque así soy”.
Sin embargo, si tiene consentidos en el show. “Carlos Quirarte y Dani Valle son mis gallos para llegar a la final”, responde sin dudar. “Juegan limpio, no raspan al otro para avanzar. Carlos tiene muy buena mano, sobre todo en la alta cocina mexicana, y Dani... ¡es un bombón creativo! Tiene ese toque francés de la ‘nouvelle cuisine’. Emplata como si hiciera arte”.
Ferreira es una querida actriz y comediante mexicana, célebre por su programa de comedia ¡Anabel!”, que se transmitió de 1988 a 1996, el cual impulsó carreras como la de Eugenio Derbez; por ello reflexiona sobre la televisión actual.
“Hoy la comedia se volvió vulgar porque es más fácil hacerla. Hay que tener menos cultura, menos inteligencia y más mal gusto. Pero no creo que eso sea lo único que queremos los mexicanos”.
Para ella, el problema no es que haya vulgaridad, sino que ya casi no se apuesta por el humor inteligente. “Eso sí hace falta. De lo otro ya hay de sobra”.
Tiene proyectos nuevos, sí. Pero ve con tristeza cómo la industria se resiste a invertir. “Siento que hay aversión a producir. Por eso ahora soy youtubera y principiante de redes sociales, buscando espacios libres”. Eso sí, no le pierdan la pista: “Tengo una serie escrita de 12 capítulos, bien armada, esperando que alguien se anime”, reflexiona.
Para cerrar, Anabel nos dice si extraña aquellos tiempos en que los programas de televisión podían hacernos carcajear sin filtros ni “cancelaciones”; su respuesta tiene nostalgia, pero también un llamado a la altura: “Siempre ha habido buena y mala comedia, como libros, música o cine. Lo que nunca pasará de moda es la inteligencia y el buen gusto”.

“Yo fui a divertirme, no a ganarme enemigos”, dice con una carcajada que ni el hate pudo apagar.