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A pesar de no llegar a la gran final, Luis Fernando Peña se despidió de MasterChef Celebrity Generaciones con una sonrisa, un set de cuchillos nuevos y una legión de fans que no se esperaba conquistar.
“Estoy muy contento, satisfecho. En su momento sí me sentí triste, frustrado y decepcionado pero hoy me quedo con todo lo bueno. El cariño del público ha sido conmovedor”, confesó el actor.
Conocido por su trabajo en la actuación, como el célebre ‘Ulises’ de “Amarte duele”, aceptó entrar al reality culinario de TV Azteca por puro amor a la cocina:
“Desde que estaba el chef Benito Molina yo decía ‘¡qué ganas de estar ahí!’”, recuerda.
Pero esta edición se enfrentó con los jueces Zahie Téllez, Poncho Cadena y Adrián Herrera, jueces que no solo le exigieron al máximo. Y aunque su salida desató la furia de medio internet —y una lluvia de memes en defensa de su sazón—, los jueces parecían tener otra receta en mente; pero él tiene claro que los chefs están en su papel.
“A los jueces los veo más como personajes; cada uno tiene su postura clara. Tenemos al bonachón exigente: Poncho; al súper sarcástico y ácido: Chef Herrera y a quien es la exigencia reflejada: Zahie. Pero, desde mi experiencia, conmigo jamás fueron groseros; que no se nos olvide, es un reality y no podemos engancharnos con nada de lo que sucede en él”.
Para Peña, ellos terminaron siendo verdaderos maestros de vida:
“Aprendí que la cocina no es para personas débiles emocionalmente. Me desbloquearon muchas cosas, volví de nuevo a cocinar, que era algo que dejé de hacer desde que murió mi mamá y me hicieron exigirme más. Incluso ellos también sufren cuando alguien sale, también lloran”, contó con emoción.
Lejos de sentir que un programa así pueda distraer su carrera como actor, Luis Fernando lo ve como un relanzamiento:
“Me regresó a la televisión, me puso frente a un público nuevo que tal vez antes no alcanzaba. Hoy los niños de 13 o 14 años me reconocen en la calle. ¡Ya no soy solo Ulises, ahora soy Ulises el de MasterChef!”
Aunque no se llevó el millón de pesos, Luis Fernando tenía muy claros sus planes si hubiera ganado: invertir en su escuela de arte, en su familia, y quizá dar el enganche para una casa.Pero no todo quedó en ilusiones: sigue firme con sus clases, continúa en la obra “La señora presidenta” (que cambia de elenco pero no de energía), y arranca con la serie “Señoras Mal” para Sony. Además, participará en algunas fechas de la gira de la comedia “La obra que sale Mal”.
¿Y qué hay del futuro en realities? El actor dice que sí le entraría a otro, de preferencia a la revancha de MasterChef, pero pone un límite claro:
“Al único que no me verán jamás es en La Casa de los Famosos. Ya no estamos como sociedad para ese tipo de programas, necesitamos una televisión más honesta, menos violenta, más familiar”.
Así Luis Fer se va con una vibra relajada y ganas de seguir cocinando o incluso abrir algún restaurante.
“No es descabellado. Me gustaría tener mi propio lugar, sobre todo después de los conocimientos que adquirí con esta experiencia”.