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Con una carrera que suma ya 45 años, Tomás Goros ha conquistado la pantalla interpretando a algunos de los villanos más memorables de la televisión, como el temido Eulogio en ‘De frente al sol’ o el General Garnica en ‘El señor de los cielos’, personaje que, dice, marcó su carrera.
Sin embargo, con ‘El manual de los hombres’, su proyecto más personal, se permitió mostrar una faceta distinta: la del comediante reflexivo.
“Siempre me han dado papeles de villano, pero yo les meto comedia. No soy de los malos planos. Me gusta explorar el lado humano y chusco de mis personajes."
“Desde siempre me gustó la comedia, pero yo no tenía la oportunidad de hacerla… con esta cara no podía. Me ubicaban como eso: el villanazo de gran temperamento”.
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Ahora, ese humor que por años asomó sutilmente en sus papeles, se apodera del escenario en un show donde canta, hace reír, y de paso, te deja pensando.
“Yo quería montar una obra, pero como no se dio, decidí contarlo directo al público, con humor, pero con información. Lo que me mueve es provocar una reflexión”.
En plena madurez artística, Goros se abraza a sus pasiones y al compromiso de seguir contando historias, ahora desde una trinchera más íntima, pero igual de poderosa: la de hacer pensar mientras arranca carcajadas.
“Es una experiencia. Hay música, baile, la gente llega, echa el trago, cena, mientras yo hago el numerito y la gente se divierte, se ríe mucho y participa conmigo. No es stand-up ni obra. Hablo desde el corazón masculino, que está muy confundido hoy. Muchos confunden masculinidad con machismo, y no es lo mismo. Hay hombres muy buenos y mujeres malas. El tema siempre es valorar al ser humano”, destaca.
A pesar de su extensa trayectoria, Goros no le huye a las redes sociales. Las usa con tiento, no para presumir su desayuno, sino para compartir un poco de su filosofía del “manual” con cápsulas con contenido que pueden ayudar a otros.
“Quizá tengo tres seguidores y soy feliz con eso. Si son más, bienvenidos. Pero que sea por lo que digo, no por lo que aparento”.