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El director estadounidense Isaiah Saxon se destacó por realizar videoclips con artistas como Björk y Grizzly Bear, usando técnicas en 3D que le valieron múltiples reconocimientos.
Pero hace cinco años, una caminata por el bosque cambió su rumbo. “Sentí algo misterioso y mágico en la naturaleza. Como si, al adentrarme lo suficiente, pudiera descubrir algo que transformaría mi vida”, recuerda.
Esa sensación inspiró ‘La leyenda de Ochi’, su primera película: una fábula sobre empatía, miedos heredados y conexión entre humanos y criaturas místicas.
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La historia ocurre en Carpatia, donde Yuri (Helena Zengel) crece oyendo advertencias sobre los Ochi, seres parecidos a ciervos que, según la tradición, traen desgracias. Vive con su padre Maxim (Willem Dafoe) y su hermano Petro (Finn Wolfhard), hasta que un día encuentra a un bebé Ochi.
Decidida a salvarlo de su padre, quien lo ve como amenaza, escapa para devolverlo con su manada. Su viaje se convierte en un descubrimiento.
“Crecí entre los bosques de secuoyas de California. Siempre sentí un asombro profundo en la naturaleza”, dice Saxon. Esa magia es el corazón del filme. Desde los ojos de Yuri, ‘La leyenda de Ochi’ reflexiona sobre empatía, creencias y la voz interior.
No es solo una historia de amistad, sino una crítica a cómo tememos lo distinto. “Culpamos a los más débiles por problemas complejos”, señala la actriz Emily Watson quien da vida a la mamá de Yuri.