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Memo Ríos no necesitó llegar a la final de MasterChef Celebrity Generaciones para sentirse triunfador. El comediante, querido por múltiples generaciones, fue el tercer eliminado de la competencia, pero su paso dejó huella, tanto por su carisma como por el humor con el que condimentó cada platillo y cada momento frente a la cámara.
Lejos de sentirse frustrado por su salida temprana o las críticas de la chef Zahie Téllez, Memo habló con entusiasmo del sabor dulce que le dejó esta experiencia.
“Yo me voy con un sabor de boca como si hubiera comido yogurt con helado de vainilla, mis postres favoritos. Fui muy afortunado en durar tres programas, ¡pensé que no pasaba del primero!”, confiesa entre risas a El Gráfico.
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“Para alguien que nunca se había metido a la cocina, más allá de cocer dos huevos duros, aguantar tres rondas en la competencia fue un logro”, reconoció.
Sobre las críticas o la actitud de la chef Zahie Téllez quien le dijo que su platillo “no era digno”, pues se dejó ayudar por sus compañeros que estaban en el balcón, Memo es claro: “Los jueces estaban en su papel, es un show. Y yo jamás voy a tener la inmadurez de lanzar vibras negativas a nadie. Sé que ella es un ser humano extraordinario”.
La cocina, admite, no es lo suyo, pero entró con una misión clara: aportar el condimento del humor y conquistar nuevos públicos.
“Lo único que yo quería era meter ese toque de comedia que me ha caracterizado. Y parece que funcionó, porque la respuesta del público fue impresionante, sobre todo de gente joven que no conocía mi trabajo. Eso fue un regalo”, cuenta con emoción.
Memo reconoce que entró a MasterChef con humildad, sabiendo que no era el más preparado. Por cuestiones laborales incluso se perdió una de las clases clave del programa. “La cocina no es teoría, es práctica. Pero aún así, me defendí. Aprendí a pelar camarones, a limpiar pescado... y hasta subí al balcón gracias a Luis Fernando Peña quien se convirtió en su hermano espiritual”, recuerda con gratitud.
En el mundo del entretenimiento y los realities como “La casa de los famosos” que suelen prestarse al drama, Memo destaca algo importante: “Aquí no se muestra la miseria humana. Es un reality en donde puedes competir sin perder tu ética ni tu dignidad. Y eso me encantó”.
Fuera de las cámaras, Memo Ríos continúa activo y con una agenda apretada. Actualmente se encuentra de gira por diversos casinos en México, llevando su espectáculo de humor a ciudades como Guadalajara, Puebla, Boca del Río, Metepec y la Ciudad de México.
“Me encantan los casinos porque son espacios íntimos, el público va a divertirse y se conecta con la comedia de forma muy especial. Además, es una forma distinta de seguir difundiendo el buen humor, que también llevo a conferencias en empresas y bancos”.
Memo está más activo que nunca en redes sociales. Su página “Memocurrencias”, así como sus contenidos en TikTok, Instagram y YouTube, siguen creciendo. Ahí comparte desde chistes diarios hasta raps con mensaje social.
“Soy el primer rapero mexicano, al menos en grabación profesional pues desde 1979 grabé ‘El Cotorreo’ considerado como el primer rap en México. Ahora estrené 'El Rap del Hater' está en mi canal, y ha sido muy bien recibido”, dice con orgullo.
Los números lo avalan: sus seguidores han crecido exponencialmente desde el estreno de MasterChef, y él lo celebra sin falsa modestia. “Gané visibilidad, gané cariño del público, gané respeto. Fui el tercer eliminado, sí, pero uno de los grandes ganadores del programa. Porque ganar no siempre es llegar al final,a veces, basta con dejar huella”, finaliza el comediante.
