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El misterioso caso de Andrea Otaolaurruchi, modelo y exintegrante de Acapulco Shore, vuelve a dar de qué hablar. Luego de que en 2024 fuera reportada como desaparecida, nuevas declaraciones reabrieron el debate en torno a su paradero y su posible implicación con redes criminales.
Pablo Peña, quien fuera esposo de la joven de 25 años, era el principal sospechoso de su desaparición, sin embargo, el caso ha dado un giro inesperado debido a que, el ahora ex esposo de Andrea recientemente creó una cuenta de Instagram llamada "dejamevivirandrea".
En un video difundido en dicha cuenta hace unos días, Pablo rompió el silencio para contar su versión de los hechos. Según su testimonio, la pareja tuvo una discusión y él decidió salirse de la casa donde vivían, al día siguiente que regresó ella ya no se encontraba en el domicilio y, desde ese entonces, no la volvió a ver.
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Asegura que vive con miedo ya que, durante el último año ha sido víctima de una persecución, fue secuestrado, casi le quitan la vida y ha tenido que enfrentar acusaciones falsas que lo relacionan con la supuesta desaparición de la joven modelo y piloto aviadora.
“Yo también fui víctima”, afirmó Peña, quien señaló que incluso la Fiscalía del Estado de México intentó crearle un delito y acusarlo de la desaparición de su x esposa sin tener éxito.
También denunció que a uno de sus trabajadores lo intentaron extorsionar con 350 mil pesos para que declarara en su contra y, debido a que se negó, fue torturado por lo que tuvo que ser internado.
En una parte especialmente delicada del video, Pablo Peña aseguró que Andrea Otaolaurruchi habría trabajado como damita de compañía de alto perfil en Polanco, donde presuntamente tenía vínculos con el crimen organizado. De acuerdo con su testimonio, ella se encargaba de acercarse a las víctimas, “buscaba a hombres con dinero, los drogaban, les robaban y algunos eran asesinados”, afirmó.
Finalmente, lanzó un contundente mensaje: “Andrea no está desaparecida. Creo que ya es momento de que dé la cara”.
El caso, lleno de giros, contradicciones y señalamientos graves, sigue sin una resolución clara por parte de las autoridades. Entretanto, en redes sociales, el tema volvió a ser tendencia, alimentado por teorías que oscilan entre la conspiración y la incredulidad.
