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A José Luis Manríquez Pérez el contar con el talento de tirar golpes no le fue suficiente para hacer una carrera de campeonato mundial en el boxeo, sin embargo, hoy cuenta con la experiencia suficiente para entrenar a la juventud que se pone los guantes para sobresalir.
“Me nació el amor al boxeo cuando veía las peleas en el Canal 4 y ahí pensé qué se sentiría pelear en la Arena Coliseo, le comenté a mi papá y me dijo que tenía un amigo que era nuestro vecino, don Lupe Serrano, me llevó a entrenar con esta leyenda porque tuvo a su cargo muchos campeones”, recordó el exboxeador profesional en entrevista con El Gráfico.
Bajo la tutela del mencionado Lupe Serrano y otras leyendas del pugilismo nacional como Pancho Rosales, Pepe Morales y Rudy Pérez, se abrió camino a golpes, sin embargo, el trabajo, los vicios como el alcoholismo y problemas familiares, lo alejaron del sueño del profesionalismo conformándose con ser sparring de los futuros campeones mundiales mexicanos.
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“Lupe Serrano me dijo que el boxeo es una carrera celosa, y debido a que ya había perdido mucho tiempo me dio la oportunidad de debutar por mi fuerte pegada a los 30 años. Aunque perdí, logré pisar la Arena Coliseo y salir en el periódico”, dijo orgulloso.
Actualmente está retirado y comenzó a entrenar a sus alumnos en el Gimnasio Mr. Fortis, ubicado en la colonia San Pedro Iztacalco. Además entrena sin costo a las personas adictas a las drogas y al alcohol de un centro de rehabilitación a las que visita.
