Cuando inició su carrera, el Hijo del Solitario no tuvo la oportunidad de estar al lado de su padre porque ya había fallecido, por eso, en plenitud de su carrera, decidió presentar a su heredero que se escondía detrás de la máscara del Faraón de Oro.
Visiblemente emocionados, padre e hijo comenzaron ante los medios de comunicación el ritual de transición en el que el junior fue despojado de la máscara que utilizó por nueve años, en su etapa de fogueo, para portar por primera vez en público la capucha que cubrió el rostro de su legendario abuelo Roberto González Cruz.
“Es un gran compromiso el que tengo con mi familia y principalmente con el público. Hoy comienzo de cero, pero con el respaldo de mi padre, que me fortalece mucho, ya que la ‘Dupla de 24 quilates’ está más fuerte que nunca y estamos abiertos para los rivales que vengan”, dijo a El Gráfico en su primera intervención con la máscara de oro, El Solitario Jr.
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‘La Maldad de la Lucha Libre” dio los motivos para revelar su legado. “Mi hijo ya está en plena madurez como luchador y yo no quise aventarlo al ruedo novato y verde, como fue en mi caso, que no tuve el privilegio de que mi padre estuviera a mi lado como un Hijo del Santo, Blue Demon Jr., Tinieblas Jr., por eso quise darle esa oportunidad al Solitario Jr., para enfrentar todos los retos que se le presenten”, recalcó El Solitario.
SIN COMPARACIONES
Un comentario realizado por una persona en la conferencia de prensa que caló profundamente en El Solitario fue si “había quedado a deber (a su legado)”, por lo que con voz franca y de frente aclaró que “no me pueden comparar con mi padre porque él fue un luchador especial, yo más que nadie lo sé, pero de toda la bola de cabrones que estamos ahorita, yo soy uno de los mejores. Ningún junior supera a sus padres”, reaccionó el enmascarado.
El Solitario abrió su corazón y reconoció que por causas de la vida no estuvo cerca de su hijo como él hubiera querido, por eso evitará que sufra lo desagradable que vivió.
