Después de un intermedio en su carrera por atender su profesión de abogado y los negocios familiares, el Hijo de Silver King retorna con más fuerza para poner en alto el nombre que le heredó su padre.
“Mi papá no me dejó luchar hasta que terminara la carrera, inicié a los 24 años porque terminé la carrera de licenciado en Derecho a los 23, pero el chip cambió porque tenía otras obligaciones, como concluir la maestría en educación y atender mi emprendimiento”, dijo.
Aunque cinco de los discípulos de Silver King portaron su máscara como su junior, él ya tenía planes con su sangre.
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“Él me decía que no me preocupara, que mi nombre de Hijo de Silver King estaba guardado para mí, porque juniors puede haber varios, pero ninguno había dado el ancho porque les encontraba vicios; a mí el único vicio que me halló fue el trabajo”, aseguró.
El integrante de la Dinastía Wagner aceptó el reto de ser señalado por las críticas, por eso no se escondió en otra máscara como otros herederos lo hacen.
“No es fácil foguearte con el nombre que te heredaron, ya que con una vez que te caigas, ya te están señalando, ese es el riesgo que quiero tomar porque si me caigo diez veces, me levanto”, manifestó.
Al hablar de internacionalización de su carrera como sus primos Hijo de Doctor Wagner y el Galeno del Mal, el Hijo de Silver King fue tajante.
“A mí no me gusta Japón porque me quitó 8 años a mi papá. Cuando era niño me preguntaban por él y yo respondía que estaba de viaje, me acostumbré a verlo en las vacaciones; sin embargo, por el contrato que tenía en Estados Unidos, pasé diciembres y cumpleaños sin verlo. No es que no quiera llegar al extranjero, lo que pasa es que me quedó ese resentimiento, no con mi padre, sino con la empresa que se lo llevó”, concluyó.
EL DATO
Por parte de la familia de su papá se dedican a la lucha libre y de su mamá, son abogados. Él es el único luchador que es abogado.
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