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La primera anotación de las Águilas de Filadelfia en el pasado Super Bowl pasará a la historia, no sólo por frenar el ímpetu triunfador de Kansas City, sino porque se trató de la primera que se da gracias a un “empujón por la cola”.
Y podría también ser la última.
La célebre jugada del “tush push” enfrenta un escrutinio que podría llevar a su prohibición en la NFL.
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El tema se discutió hace unas horas, durante el NFL Scouting Combine, donde entrenadores y ejecutivos de los equipos expresaron posturas divididas. Nick Sirianni, entrenador de Filadelfia, defendió con firmeza la jugada y calificó como "injusto" el argumento de que su éxito se debe a una ventaja automática, en lugar del trabajo detrás de su ejecución.
Según reportes de ESPN, la propuesta para eliminar el "tush push" fue presentada por los Green Bay Packers. Brian Gutekunst, gerente general del equipo, confirmó la iniciativa, mientras que Mark Murphy, presidente saliente de la franquicia, declaró en un comunicado que la jugada es "mala para el juego".
La liga podría someter la propuesta a votación durante la reunión anual de dueños en Palm Beach, Florida, a finales de marzo. Para su aprobación, se requerirían 24 votos a favor de los 32 propietarios.
Sirianni respondió a las críticas durante una conferencia de prensa. Señaló que la narrativa que presenta la jugada como "automática" resulta "un poco insultante", dado el esfuerzo invertido en perfeccionarla. “La hemos practicado hasta el cansancio. No es sencillo, pero encontramos formas de simularla y crear jugadas complementarias", explicó.
El entrenador también rechazó los señalamientos sobre riesgos de lesión, alegando que los datos no respaldan esa preocupación: "Revisamos las estadísticas y no hubo lesiones significativas. Ni siquiera en nuestro equipo, que la usó más veces" durante la temporada.
La jugada, que consiste en empujar al mariscal de campo desde atrás para ganar yardas cortas, ha sido clave para los Eagles desde 2022. Según datos de ESPN, el equipo la ha ejecutado 108 veces, casi el doble que los Buffalo Bills (55) y muy por encima de los Chicago Bears (16). Además, Philadelphia y Buffalo logran un primer down o anotación en 87% de sus intentos, frente al 71% del resto de la liga.
No todos los entrenadores apoyan su continuidad. Raheem Morris, de los Atlanta Falcons, declaró también durante el Combine que votaría por prohibirla. Sean McDermott, de Buffalo Bills y miembro del comité de competencia, expresó preocupación por la seguridad: "Siempre ha existido riesgo de lesión. Las técnicas empleadas podrían ser contrarias a la salud de los jugadores".
Sirianni cuestionó esas afirmaciones. Mencionó que, pese al alto número de ejecuciones, no se registraron lesiones en su equipo durante la temporada. "Los números dirán la verdad, pero creo que el tema de las lesiones está exagerado", insistió.
La NFL y el comité de competencia han analizado el "tush push" en temporadas anteriores sin tomar acción. Ahora, la presión aumenta. Algunos argumentan que su efectividad desequilibra el juego, mientras otros insisten en que prohibirla penalizaría la innovación. Sirianni reconoció su parcialidad: "Soy protector de la jugada porque nos ha funcionado. Pero el hecho de que sea exitosa no significa que deba eliminarse".
La decisión final dependerá de los dueños.
