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La Romería de Fin de Año del Zócalo capitalino, que se retrasó dos días, ya comenzó a operar en su totalidad, con más de mil 190 carpas funcionando.
Artesanas y artesanos señalaron que desde las 10:00 horas de este miércoles este punto de venta tomó forma, con productos que se ofertan sobre las mesas de madera y que van desde dulces típicos oaxaqueños, mantas, cobijas, sombreros y trajes tejidos a mano.
Sin embargo, algunos artesanos denunciaron ventas bajas en comparación con la que se autorizaba cada año en Paseo de la Reforma, debido a que no les instalaron corriente para la luz y que ha habido poca difusión.
A MEDIAS Y A OSCURAS
“Llevamos, oficiales, dos días, diría que apenas he juntado con mi esposo lo que sacábamos en un día en Reforma. La verdad es que sí viene gente al Zócalo, pero no a comprarnos, o pasan y nada más ven”, dijo Jocelyn Márquez, quien vende mantas, gorros y sombreros tejidos.
Explicó que la desventaja más grande que han encontrado durante esta Romería es que personal del Gobierno capitalino no les instaló corriente para la luz, por lo que “apenas empieza a oscurecer nos tenemos que ir. Exactamente a la hora que llegan más clientes”, se quejaron.
No obstante, visitantes como Gabriela, quien recorrió la Romería, dijo que es una iniciativa muy buena porque “dignifica el trabajo de la población y de las personas que quieren salir adelante”; señaló que lo que más le ha gustado ha sido la joyería, la ropa y cremas.
EL DATO
La artesana, Dulce Yaneth Flores, originaria de la ciudad de Oaxaca y que vende tamales de su región, colorado, mole y verde, indicó que para ellos es una gran oportunidad y espera que sea una semana movida económicamente.










