Vecinos de la , en la , así como trabajadores de limpia, manifestaron incertidumbre sobre las reglas y metas de la norma obligatoria para separar los desechos en tres categorías a partir del 1 de enero.

Afirmaron que llevan más de 10 años separando sus desechos en orgánicos, inorgánicos y reciclables, pero lamentaron que el proceso se invalida cuando los recolectores mezclan las bolsas en el camión.

“Nosotros sí llevamos años separando, pero muchas veces llegan y tiran todo junto. Entonces, ¿qué caso tiene?”, comentó María Torres.

Mientras tanto, Roberto Hernández dijo desconocer la nueva norma y su próxima aplicación.

“Ni sabía que el 1 de enero vuelve la obligación. No nos dicen cómo va a funcionar ni quién lo va a vigilar”, reclamó.

“La gente no sabe cuándo inicia ni cómo separarla”, dijo Leticia Valdés.

HISTORIAL DE FRACASO

Para diversos vecinos, las normas anteriores “no han sido fructíferas” porque, aseguraron, no existe un sistema que garantice la separación desde el origen hasta el manejo final de los desechos, ni supervisión clara por parte de las autoridades.

En tanto, los trabajadores de recolección de residuos coincidieron en que el problema no sólo está en los hogares, y aseguraron que la mayor cantidad de basura sin separar proviene de edificios gubernamentales ubicados sobre Paseo de la Reforma.

Además, explicaron que al intentar ingresar los camiones a los centros de transferencia, los encargados no reciben basura que no esté separada, por lo que ellos mismos deben hacerlo

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