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Noviembre le trajo su calaverita a los transportistas que lograron un aumento al costo del pasaje en la Ciudad de México de $1.50, lo que desconcertó a los usuarios, quienes a pesar del sorpresivo incremento, tuvieron que desembolsar un extra para sus traslados.
Sin embargo, los concesionarios no están conformes y quieren más. Por ello, la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), quienes consideran que las empresas colapsarán poco a poco.
Nicolás Rosales, líder de la organización, reveló que los operadores tienen un déficit de 50% en sus costos de operación, lo que significa al menos siete pesos, por lo que los $1.50 no resuelven el problema y van por una mayor tarifa.
"Si bien este incremento constituye una tabla de salvación en la economía de los operadores, no es suficiente para superar la crisis que enfrentan, ya que una tarifa rezagada impide a los concesionarios cubrir los costos reales de operación, renovar unidades o invertir en capacitación y tecnología, así como ofrecer un servicio seguro, eficiente y digno"
Unidades chafas, por bajos ingresos
El bajo costo del pasaje, dijo Rosales, genera un círculo vicioso que por años ha limitado la mejora del transporte público, donde tarifas insuficientes y falta de subsidio, derivan en servicios de baja calidad, pérdida de usuarios y menor viabilidad financiera para los operadores.
El texto de esos artículos, añadió, indica que estos estudios deben reflejar los costos reales de operación, mantenimiento, combustibles y condiciones del servicio, con el fin de asegurar que cualquier ajuste tarifario esté sustentado técnica y legalmente. La Ley busca con ello garantizar un equilibrio entre la viabilidad económica de los prestadores del servicio y el derecho de la ciudadanía a un transporte accesible, eficiente y de calidad.
Transformación necesaria
El líder de la AMTM aseguró que “la transformación del transporte público en la Ciudad de México y en el país requiere avanzar hacia un modelo empresarial de operación, que sustituya el esquema tradicional de concesiones individuales y permita construir sistemas más eficientes, formales y sostenibles”.
Señaló que, de acuerdo con lo establecido en los artículos 164, 165 y 166 de la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, las tarifas del transporte público concesionado deben revisarse cada año durante el tercer trimestre, y la Jefatura de Gobierno emitir la resolución correspondiente en el cuarto trimestre, con base en estudios técnicos que justifiquen la modificación.
La tarifa más baja de Latam
El organismo contextualizó que “la tarifa al transporte público concesionado, la CDMX tienen uno de los costos más bajos de América Latina, ya que, por ejemplo, São Paulo, Brasil, tiene un costo (en pesos mexicanos) de 17.28, mientras que la capital de Uruguay, Montevideo, alcanza los 28.53 pesos y Buenos Aires, Argentina, 9.97 pesos en promedio”.











