Un caso que sucedió en el mes de enero de este año, pero que recientemente ha tomado gran relevancia ha indignado a la sociedad sinaloense, pues resulta que un reo fue víctima de un acto de extrema crueldad dentro del penal de Aguaruto, donde se encuentra recluido, luego de que un médico presuntamente le aplicara pegamento tipo Kola Loka en los ojos durante una revisión médica. El hecho, que ya es investigado por las autoridades penitenciarias y de salud, ha generado indignación y cuestionamientos sobre las condiciones y el trato que reciben las personas privadas de la libertad.
De acuerdo con el expediente CEDH/VIIIBIS/SP/001/2025, los hechos ocurrieron el 5 de enero del 2025, cuando el recluso, recluido en el módulo 28-B, acudió al área médica por presentar ardor y enrojecimiento ocular. El médico que lo atendió, y quien se mantiene en el anonimato, declaró que confundió el frasco de medicamento con uno de pegamento industrial y le aplicó el producto directamente en ambos ojos.
Tras el grave incidente el interno fue trasladado de emergencia al Hospital General de Culiacán y, posteriormente, al Hospital Civil, donde especialistas confirmaron la gravedad del daño y atendieron las lesiones ocasionadas. La CEDH calificó los hechos como “negligencia médica” y violación a los derechos a la salud, la legalidad y la seguridad jurídica.
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Resulta absurda la acción llevada a cabo por el profesionista de la salud identificado como AR1, al confundir el frasco de pegamento Kola Loka con el medicamento en gotas que pretendía aplicar”, se lee en la resolución firmada por el presidente del organismo.
El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Óscar Loza Ochoa confirmó que un día después de haber ocurrido está negligencia, es decir el 6 de enero recibieron una queja por escrito de parte de los familiares de la víctima, por lo que de inmediato se inició una investigación de oficio y al resultar afirmativa la mala práctica médica, se giró una recomendación para actuar en consecuencia. Actualmente se sabe que el afectado recibió seguimiento y atención especializada durante los meses posteriores.
El caso ha causado indignación social en Sinaloa, particularmente en Culiacán, donde organizaciones civiles y colectivos en defensa de los derechos humanos han exigido mayor supervisión en los servicios médicos de los centros penitenciarios.
El Centro Penitenciario de Aguaruto, ubicado al norte de la capital sinaloense, ha sido señalado en años anteriores por deficiencias en atención médica y protocolos de salud interna, lo que refuerza el llamado a la rendición de cuentas y transparencia institucional.








