Las hostilidades en la franja de Gaza también se sintieron durante casi tres meses en la lateral del Paseo de la Reforma. En su trayecto norte, entre Río Sena y Río Danubio, en la colonia Cuauhtémoc, una valla metálica de tres metros protegió la fachada de la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México, desde la última semana de julio.

Los vecinos y trabajadores de las oficinas y comercios cercanos, que recorren por cientos ese tramo en auto, bici o a pie, tuvieron que sortear la zona.

Mientras los automotores simplemente se alejaron del problema, durante estos tres meses peatones y ciclistas convivieron sin problemas por el camellón, aunque a sus bancas escultóricas primero se les unieron las vacas multicolores de una campaña comercial y después los cráneos decorativos de otra.

Y a pesar de que el conflicto en Gaza parece haber sido superado y de que no se prevén más protestas antigentrificación que intenten vandalizar la sede diplomática, el muro metálico de protección continuó bloqueando la lateral de Reforma.

¿Qué cambios se observan ahora en Paseo de la Reforma?

Hasta este lunes, por fin fue liberada la calle, para beneplácito de los usuarios cotidianos de la vía pública, la mayoría sin ningún interés de caminar entre macetas para llegar al Ángel de la Independencia o al ahuehuete.

El tianguis de productores, que tras los Días de Muertos se convertirá en tianguis de fin de año, está instalado en ambos lados del Paseo de la Reforma.

Según datos de la Coordinación de Recursos Naturales y Desarrollo Rural de la Secretaría del Medio Ambiente capitalina (Sedema), en este 2025 los agricultores de Xochimilco produjeron 6.1 millones de plantas de cempasúchil, que prevén vender en su totalidad en mercados, tiendas y tianguis de la Ciudad de México.

Entre semana, al menos 15 mil ciclistas recorren algún tramo de la ciclovía de Paseo de la Reforma, según estadísticas de la Secretaría de Movilidad de la CDMX (Semovi).

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