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Daniela vende café con pan en la zona limítrofe del Estado de México y la capital. A menudo recorre la zona en su triciclo y recientemente cerca del puente vehicular del entronque de Periférico y Calle 7, construcción que le atemoriza porque hace unos días se movía “como si se fuera a caer”.
En el puente ubicado entre la calle 7 y la Avenida Pantitlán se vio una cuadrilla de trabajadores del municipio que revisaban el punto recién reparado, que se contoneaba y que se hizo viral en las redes.
“Las autoridades solo hacen caso hasta que se caen los puentes o cuando pasa como lo de la pipa. Ahorita dicen que no hay riesgo de colapso, pero sí se mueve, se siente la vibración cuando vas arriba y cuando vas bajando, yo paso diario con el triciclo y pasan los camiones de carga y hasta te mueven”, dijo Daniela, comerciante y habitante de Nezahualcóyotl.
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CUARTEDURAS
Aunque el movimiento ahora es imperceptible, hay temor entre los vecinos, pues aseguran que en la base de algunas columnas existen cuarteaduras que se han ido formando en las últimas semanas.
Adolfo Cerqueda, alcalde de Nezahualcóyotl, informó que el puente fue valorado por el equipo de obras públicas de Neza, personal de la Sobse CDMX y de SICT federal, “quienes determinaron que no existe algún riesgo estructural que ponga en peligro a quienes circulan por ahí”.
Pero, pese a que el edil enfatizó que “se sustituyó el neopreno y se repavimentó la vialidad para garantizar la seguridad de vecinos”, habitantes señalan que la infraestructura en la zona adyacente a la construcción es deficiente y que el paso de transporte pesado sobre la superficie de rodamiento —cuya baranda vehicular metálica, así como la losa quedaron desniveladas—, ya ha ocasionado que domicilios presenten grietas en muros.
“Ya no se mueve, ya vinieron a arreglarlo, pero ahora el problema es que pasan los camiones pesados por la bajadita esa que le pusieron de asfalto, vibra y hasta se siente en las ventanas como se cimbra. Estoy más inseguro porque se va a empezar a cuartear y ¿quién va a hacerse responsable?, aseguró Ramón Cervantes, vecino desde hace 40 años en la zona y que vive a menos de diez metros del puente.