El Pantera y su grupo delictivo debían coordinarse con otro de los liderazgos que controlaba Bermúdez Requena: Euler Ruvalcaba Colorado, alias El Rayo, su mano derecha dentro de La Barredora y encargado de la recaudación de ganancias por el en las zonas de Cárdenas, Comalcalco y Paraíso, dentro de Tabasco.

El Rayo autorizaba a El Pantera las de grupos rivales y los movimientos al interior de la organización relacionada con extracción y venta de huachicol.

A su vez, mantenía bajo sus órdenes a Miguel Ángel Martínez, alias Lanchero, principal socio de Elder Rodríguez Torres, Hormiga, encargado de corromper a personal militar en el puerto de Dos Bocas, municipio de Paraíso, para robar combustible directamente de los buques de Petróleos Mexicanos (Pemex).

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Corrupción militar y modus operandi en Dos Bocas

EL GRÁFICO publicó el pasado 17 de septiembre que Elder Rodríguez Torres llegó a pagar hasta 10 mil pesos a marinos y 5 mil a personal de la Defensa Nacional para robar combustible en el puerto de Dos Bocas, así como directamente de las instalaciones de Petróleos Mexicanos en la zona petrolera.

Documentos de la Sedena también especifican que Lanchero y Hormiga tenían cooptadas a autoridades de la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) en Comalcalco, así como en la Policía Municipal de Cunduacán.

“Obtienen diesel y gasolina de manera ilícita de los barcos que desembarcan en la plataforma de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. Lo realizan en alianza con diferentes capitanes a cargo; asimismo, el producto obtenido lo traslada en lanchas, mayormente, propiedad de Lanchero hacia el río, para después ser trasladado en camionetas hacia sus bodegas donde se almacenaba y luego se vendía”, narran informes.

La zona serrana y 'sembrando vidas'

Una tercera zona de control delictivo estaba liderada por Juan José de la Cruz Sánchez, alias JJ, quien supuestamente fue “ungido” jefe de plaza en las comunidades de Jalapa, Tacotalpa, parte de Tequila, Tapijulapa, Oxolotán, San Juan, San Román y Los Chipilinares; posteriormente, le entregarían todo el control de Macuspana.

EL GRÁFICO publicó hace días documentos que explican el modus operandi del JJ en la zona serrana de Tabasco, una de las más sanguinarias de todo el estado por las prácticas heredadas de Los Zetas.

En los documentos clasificados, como el “caso JJ“, la Defensa Nacional refiere dichos de Juan José de la Cruz Sánchez en los que asegura que Bermúdez Requena dio la orden de que todos los asesinatos cometidos por La Barredora fueran ejecutados en Chiapas, para que no formaran parte del “conteo” criminal en Tabasco.

“JJ manifestó que en Tabasco el cártel es de ‘Requena’, quien trae a La Barredora. Asimismo, JJ refirió que las autoridades les ordenaban que cuando ejecutaran a una persona, lo hagan en Chiapas, destacando que a esa modalidad se le conoce como ‘Sembrando Vidas’”, advierte un informe.

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