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No era Terminator, tampoco un zombie. Simplemente se trata de un chofer de transporte público, en Boca del Rio, Veracruz, al que pasajeros de la ruta Comercial Mexicana denunciaron a través de redes sociales por manejar de forma temeraria y con aparentes efectos de haber consumido metanfetaminas, conocida popularmente como cristal o criko.
Una pasajera relató a medios locales que no advirtió el estado del conductor hasta que este realizó una maniobra brusca a la altura de la colonia Revolución, lo que alarmó a todos los usuarios.
La mujer, quien viajaba en la parte delantera del vehículo, observó que el operador presentaba comportamientos anormales: tenía la mandíbula desviada, la mirada fuera de lo común, medio cuerpo ladeado y el cuello rígido.
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Al notar que el conductor no estaba en condiciones adecuadas y que manejaba a alta velocidad, la pasajera decidió descender del autobús. Sin embargo, tuvo que permanecer en la unidad porque la colonia Revolución no cuenta con servicio de energía eléctrica desde hace varios días y caminar sola en esa zona es otro peligro.
La mujer esperó algunos minutos hasta que el autobús llegó a la avenida Díaz Mirón, donde descendió de inmediato junto con otros pasajeros que también abandonaron la unidad.
En ese sitio, los afectados informaron del caso del chofer crikoso a un agente de tránsito, pero en los relatos de medios locales se asegura que el oficial no tomó medidas para detener al autobús, que continuó, literalmente, su viaje.
Ningún pasajero registró el número económico del vehículo, pero esperan que con el video difundido las autoridades identifiquen al responsable.