José Jacinto Ponce Alfaro fue recordado como un policía con iniciativa y comprometido con la seguridad de Tlatelolco, de donde era jefe de sector, luego de que fue asesinado durante el robo de su motocicleta en Chalco.
Este martes, el policía segundo estaba de descanso y junto con su esposa Ana Karen, también elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, salió al mercado de la colonia San Miguel Jacalones.
La pareja viajaba a bordo de una motocicleta Pulsar Bajaj cuando fueron interceptados por un par de delincuentes también en moto, en la calle Prolongación 20 de Noviembre.
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¿Cómo ocurrió el asesinato del jefe de sector en Chalco?
Las cámaras de vigilancia de una casa del municipio de Chalco captaron cuando los asaltantes sacaron una pistola para exigirle a José Jacinto que les entregara el vehículo, pero aparentemente se resistió y lo balearon.
Los criminales levantaron la moto para llevársela, pero antes de irse le dispararon a Ana Karen. El jefe de sector, con 18 años en la policía preventiva, falleció en el lugar, mientras que su esposa fue llevada a un hospital con un balazo en el cuello.
De luto. Ayer en Tlatelolco disminuyeron los policías que a bordo de cuatrimotos recorren los andadores de la unidad habitacional. No hubo queja de los vecinos, pues la mayoría se enteró del asesinato del “Jefe Ponce”.
La noticia corrió en las redes sociales de la unidad Tlatelolco. Aunque ahí había habitantes que no lo conocían, supieron del homicidio y coincidieron en que en la unidad hará falta su presencia.
Y es que apenas el 15 de junio, semanas después de que el cadáver de Gilda Guadalupe fuera hallado en las jardineras de la unidad, Ponce Alfaro se presentó ante los habitantes como el nuevo director de la Unidad de Protección Ciudadana Tlatelolco.
La presentación, dijeron los vecinos, no quedó sólo en promesas. En estos meses, el “Jefe Ponce” se encargó de renovar los tres módulos de vigilancia que permanecían abandonados y que ya están al servicio de la seguridad de la zona.
“La muerte del mando es una pérdida para Tlatelolco porque fue él quien recuperó la confianza de los habitantes en la policía”, comentó uno de los agentes bajo sus órdenes.
Y sí, los comerciantes cuentan que bastaba una llamada al celular de Ponce Alfaro para que él acudiera al llamado de alguna emergencia.
“Podía ser una simple pelea o alguien drogándose en los andenes, pero si le pedías ayuda llegaba a atender a los vecinos”, dijo un vendedor.