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La tapa de un registro de acceso al subsuelo se convirtió en el peor enemigo para los motociclistas que circulan por la esquina de la calle 71 y la Calzada Ermita Iztapalapa, pues provoca múltiples accidentes.
El caso más reciente es el de la muerte de una mujer que perdió el control de la motoneta que conducía cuando pasó por los huecos, cayó y terminó arrollada por un vehículo pesado en esa parte de Santa Cruz Melyehualco.
“Es el accidente más fuerte que hemos visto aquí. Justo cuando la muchacha cayó, le pasó el camión encima; iba con su niña atrás y la niña alcanzó a caer en otra dirección que su mamá porque si no, las habría aplastado a las dos”, platicó el señor Vicente Martínez, quien atiende una distribuidora de dulces y botanas en la esquina donde ocurren los accidentes.
ALERTA CARTEL
Una cartulina naranja que colocaron los habitantes advierte a los motociclistas del peligro que representa transitar por el lugar que, según testimonios vecinales, desde hace unos tres años se ha ido hundiendo hasta dejar expuesta la estructura metálica que provoca las caídas de hasta cuatro bikers en un mismo día.
Los motociclistas que conocen el camino sortean las barras metálicas que durante las lluvias se encharcan, lo que aumenta la probabilidad de una desgracia.
“Cuando llueve se llena parejo de agua, se inunda y ya no deja ver que está hundido. Antes estaba todo parejo, nosotros tenemos aquí seis años, pero desde hace como tres años se ha venido hundiendo poco a poco, no siempre fue así de peligroso, antes no había accidentes y ahora ya cuando escuchas los golpazos y vemos que ya se cayó otro. Es diario, se caen cuatro o hasta cinco motos”, agregó el comerciante.
Vecinos aseguran que a diferencia de otros casos, los accidentes en esta zona del oriente de la capital que ya ha dejado víctimas mortales, para nada tienen que ver con la imprudencia de los conductores de moto, sino con la falta de mantenimiento en la carpeta asfáltica que se aproxima a los 10 metros cuadrados.
“Cuando llueve se llena parejo de agua, se inunda y ya no deja ver que está hundido. Antes estaba todo parejo,.. desde hace como tres años se ha venido hundiendo poco a poco, escuchas los golpazos y vemos que ya se cayó otro. Es diario”, dijo Vicente Martínez comerciante