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Tanto capitalinos como turistas nacionales y extranjeros aseguran que los precios de la comida en los puestos informales de la Alameda Central cada vez son más excesivos. Visitantes internacionales notan el aumento en los precios cuando ellos hacen su pedido, en comparación con los chilangos.
Ángel Rodríguez, acudió con su familia desde Estados Unidos, y señaló que no había visto precios tan elevados en otros puestos de la capital y compró tres hot dogs por 90 pesos y dos hamburguesas en casi 90 pesos cada una, con lo que se gastó 270 pesos, pero que la cuenta aumentó con unas papas fritas por $50 y un refresco en 30 pesitos.
“Los precios están muy altos; es mucha tontería que sin pagar impuestos y con tan poca higiene cueste eso”, dijo decepcionado, porque “tampoco estuvo muy bueno que digamos”.
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Néstor Vid, quien llegó desde Los Ángeles, California, para pasar el fin de semana, indicó que le querían vender un elote en 70 pesos, cuando en realidad cuesta 50, “lo que también me parece un exceso”.
“En cualquier lugar se siente un trato distinto [por ser extranjero]; suben el precio, por eso tengo que decirle a mis primos capitalinos que ellos pidan”, lamentó.
