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“Zeus”, el perrito de Armando, un joven de 22 años que vive en situación de calle en el Puente de la Concordia, se escapó y cuando fue a buscarlo del otro lado de la Calzada Ignacio Zaragoza se registró la explosión de la pipa, cuando regresó con su mascota los cuatro compañeros con los que vivía en una casita improvisada y otros dos que estaban cerca de ahí desaparecieron.
“Pues creo que murieron los cuatro calcinados porque yo la verdad no los encontré, porque cuando yo llegué aquí no había nada, allá y aquí estábamos, íbamos a comer y los otros dos, eran una pareja, se los llevaron heridos muy graves. No he sabido nada de ellos”, contó.
La explosión lo dejó solo, rodeado de escombros y ahora enfrenta el duelo a su manera. Una vecina llamada Judith le brindó techo, ropa y comida, pero Armando sigue en shock; “fue algo que me afectó psicológica y emocionalmente, no me gusta estar así, pero la verdad no me siento bien para estar así medio encerrado”.
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Unas personas se llevaron a “Zeus” al veterinario desde hace algunos días, pero no le contestan las llamadas y espera que se lo regresen porque también lo extraña. Una casualidad le salvó la vida, pero la tragedia le robó a sus compañeros y parte de su mundo.
“Tristeza” es la palabra que utilizan los vecinos de Iztapalapa, para describir su sentir a una semana de la explosión de una pipa de gas en el Puente de La Concordia que hasta ahora provocó la muerte de 20 personas.
“Me siento muy triste, es un dolor en el pecho que no se termina, un vacío por dentro que se siente. A esa hora de la explosión yo paso todos los días exactamente por esa zona para ir a trabajar, pero ese día no fui, si hubiera ido no sé qué hubiera pasado conmigo”, dijo Alejandra, una vecina de la unidad habitacional Ermita Zaragoza que se encuentra frente al sitio del accidente.
Con su esposo, Alejandra acudió este miércoles a la glorieta que se ha convertido en un memorial extendido entre los árboles quemados.
La pareja se encargó de limpiar todas las ofrendas, retiró las flores y veladoras que han dañado las recientes lluvias y ordenaron todo lo que han ido a dejar los vecinos en los últimos días.