CIUDAD DE MÉXICO.- El payaso Luis, hoy no sonríe. Dejó la magia y la comedia para de la ciudad en busca de su amigo Erick Vicente Acevedo Romero, un chofer de microbús que circulaba por el Puente de la Concordia cuando la pipa de gas estalló.

Ayer por la noche, Luis se enteró de que su amigo Erick no había llegado a casa y que sus padres en la zona donde ocurrió la explosión.

Ellos, son dos adultos mayores que llegaron al Puente de la Concordia a pie y que el microbús de la ruta 14 que Erick conducía pero sólo hallaron carrocerías en cenizas y guardias nacionales que les impedían pasar a la zona.

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No tenían documento alguno que comprobara que Erick era su hijo. Solo el saber que su hijo de 32 años tenía un escapulario tatuado en el brazo derecho, era lo único que les ayudaba a identificarlo.

Aunque pidieron ayuda en hospitales y a trabajadores de protección civil para saber de su familiar, solo se limitaban a decirles que revisaran las listas de los heridos.

Por eso Luis se sumó a la búsqueda de su amigo. Para él la noche no terminó. Solo se tomó unas horas para maquillarse y alistarse para el trabajo.

Fue el payaso quien se trasladó al hospital del Seguro Social del IMSS en Los Reyes para buscar al chofer. Hasta ese lugar llegaron también sus familiares en donde un policía que vigilaba el hospital, les informó que ahí no se encontraba ningún hombre llamado Erick Vicente.

El rondar de noche y día de amigos y familiares terminó después del medio día cuando una persona que se acercó a ofrecerles comida y agua, les ayudó a buscar las listas publicadas en cuentas de redes sociales.

Ahí hallaron el nombre del paciente que se encontraba internado con quemaduras en 80 por ciento del cuerpo en el Hospital Belisario Domínguez.

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