Aún con la voz entrecortada, la señora Paula Citlalli relató los minutos en que creyó que iba a morir. Ella iba manejando sobre el Puente de la Concordia, Iztapalapa, cuando una pipa de gas LP cargada con 49 mil 500 litros volcó y explotó.
Citlalli salió de su trabajo y ya se dirigía a su casa. Iba conduciendo cuando comenzó a ver una gran nube blanca que le opacó toda la vista.
"Fue muy feo, no puedo decir otra cosa. Yo creo que sobreviví de milagro. De repente el carro de adelante ya no avanzaba, después ya nadie pudo avanzar".
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Aunque quiso, Citlalli cuenta que no pudo salir de su automóvil. Intentó abrir la puerta, pero probablemente por el pánico o los nervios entró en shock. Repentinamente ella escuchó la explosión, cerró los ojos y se cubrió con sus propios brazos.
"Afortunadamente algo me salvó la vida", contó Citlalli llorando y con la mano vendada. Sorprendentemente esa fue la única lesión que tuvo. Ella fue atendida en el sitio por los servicios de emergencia.
Fue a las 14:20 horas cuando el conductor de una pipa de gas LP, cargada con 49 mil 500 litros, de la empresa Gas Silza, perdió el control de la unidad mientras circulaba sobre la autopista México-Puebla, en inmediaciones del metro Santa Martha Acatitla.
La gente que se encontraba en el paradero de este sistema de transporte corrió despavorida. Perdonas de pie, cuya piel tenía quemaduras de tercer grado, pidieron auxilio, intentando no desmayarse.
"Las autoridades dijeron que todos se fueron en ambulancia, pero no es cierto, a muchos se los llevaron en vehículos particulares", contó uno de los testigos.
En el lugar del siniestro todo quedó hecho añicos. Vehículos completamente calcinados, carteras, pedazos de ropa, identificaciones, incluso aves carbonizadas tapizaban la cinta asfáltica.
"Nunca había visto algo así. Yo estaba aquí en los puestos, ya me iba a meter al Metro cuando se escuchó un tronido y vimos cómo todo se prendió", contó para El Gráfico la señora Esther. Y es que las llamas alcanzaron casi los 30 metros de altura.
Los habitantes de la colonia Ermita Zaragoza se amontonaron afuera de sus casas tratando de saber qué pasaba. Relataron que, asustados y tristes, observaron que frente a sus casas llegaban decenas de pipas, camiones de bomberos, ambulancias y patrullas. Aún sin entender qué pasaba, muchos de ellos también se echaron a correr al lugar del siniestro para tratar de ayudar.
"No queremos decir mucho porque seguimos asustados, pero deseamos que las personas estén bien", contó una de las vecinas.
Al cierre de esta edición, autoridades confirmaron 3 personas muertas y 70 lesionadas.
