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Mientras Marco Rubio y Claudia Sheinbaum se reunían en Palacio Nacional, agentes de federales de Estados Unidos interceptaron en alta mar poco más de 300,000 kilogramos de dos químicos utilizados para la producción de metanfetaminas, en un cargamento que procedía de China con destino al Cártel de Sinaloa, en México.
Jeanine Pirro, fiscal federal del Distrito de Columbia, anunció durante una conferencia de prensa en Texas lo que calificó como el decomiso de precursores químicos destinados a una organización terrorista extranjera “de mayor magnitud en la historia”.
“Toneladas de químicos utilizados para crear drogas sintéticas como metanfetaminas y fentanilo son enviados desde China hacia México en la guerra no declarada de China contra Estados Unidos”, declaró Pirro.
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La fiscal informó que se decomisaron 1,300 barriles que contenían 164,665 kilos de alcohol bencílico y 151,503 kilos de N-Metilformamida de dos embarcaciones diferentes en alta mar. Ambos químicos son precursores que podrían haberse utilizado para producir 190,508 kilos de metanfetaminas.
Las metanfetaminas producidas con los químicos decomisados habrían tenido un valor en el mercado negro de al menos 569 millones de dólares, según Pirro.
Todd Lyons, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, explicó que la estrategia operativa de la administración de Donald Trump consiste en atacar la cadena de suministro de los fabricantes de drogas ilícitas, centrándose en los precursores químicos en lugar del producto terminado.
“Si estos precursores hubieran llegado a su destino, habrían producido cientos de miles de kilos de metanfetaminas, con ganancias superiores a los 500 millones de dólares, lo que habría causado más muertes estadounidenses en todo el país”, declaró Lyons.
Pirro se negó a comentar sobre la ubicación exacta donde se decomisaron los químicos de las embarcaciones, aunque confirmó que los 1,300 barriles se encontraban dentro de contenedores de carga.
El operativo forma parte de los esfuerzos continuos de las autoridades estadounidenses para interrumpir las rutas de tráfico de sustancias destinadas a la producción de drogas sintéticas en territorio mexicano.
