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La tormenta registrada la tarde-noche del domingo en la zona sur de la Ciudad, saturó el drenaje de la zona y provocó que se rompieran alrededor de 100 metros cuadrados de empedrado.
El ingeniero Tomás Flores, de la Segiagua, indicó que por la importante cantidad de agua se desbordó el río San Ángel, que se encuentra entubado debajo de la colonia Atlamaya.
Esto afectó 10 viviendas de esta privada y ocho automóviles, por lo que vecinos urgen una solución, ya que, dicen, es la cuarta vez que se inundan en menos de tres años.
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“El domingo cayó una lluvia extraordinaria en la zona, y eso lo que nos generó es que vino a una avenida extraordinaria y el río llegó a su máxima capacidad y generó este problema o este colapso”, explicó el ingeniero mientras supervisaba trabajos para reparar el empedrado.
En entrevista con esta casa editorial, señaló que, por las lluvias de más de 50 milímetros por metro cuadrado que cayeron en una hora, el río San Ángel trabajó a presión y botó una caja de mantenimiento, lo que hizo que brotara a presión y “nos generó que se colapsara o desbordara el río”.
Indicó que ni la caja ni la tubería se rompieron o se dañaron, simplemente “brotó en los accesorios de piso donde tienen la rejilla y, como trabajó a presión, no fue suficiente para el desalojo de tanta agua”.
El funcionario de la Segiagua descartó que hubiera basura o ramas atoradas en la tubería, pero aún así tuvo que cerciorarse de que no se desbordara por algún obstáculo. “Más bien el agua que cayó en la zona y los ríos son insuficientes; cualquier río en cualquier parte del mundo pasa lo mismo”.
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Tomás Flores aseguró que, actualmente se llevan a cabo trabajos de mantenimiento preventivo y se desazolva para que no exista ningún problema de obstrucción. Además de que realiza el retiro del empedrado para volverlo a colocar.
Según constató este diario, en la Cerrada Río San Ángel, esquina con Río San Ángel y, unos 50 metros más adelante, sobre la misma calle, se botó el empedrado.
URGE SOLUCIÓN
Beatriz Ortega, presidenta vecinal, enfatizó en que “el apoyo está muy bien, pero necesitamos una solución, no es posible que cada año nos quedemos varados y nos inundemos, con lodo y todo”.
Aseguró que, en la zona, en tres minutos, el agua sube alrededor de seis metros.
Al respecto, el alcalde Javier López Casarín aseguró que en estos días se realizarán diagnósticos con la Segiagua, para las obras, a fin de que no vuelvan a ocurrir afectaciones como las de este fin de semana.
