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Vivimos una era digital en la que el acceso a la tecnología es tan sencillo, principalmente en zonas urbanas, que las nuevas generaciones tienen contacto con dispositivos desde temprana edad. ¿Qué riesgos implica?
No se trata de prohibirlos, sino de establecer límites. “Al estar tan expuestos, pueden experimentar trastornos cognitivos, dependencia, depresión, ansiedad, bajo rendimiento escolar, déficit de atención, insomnio, obesidad y mala visión”, señala la doctora Rocío Reyna, académica de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo, pues los pequeños necesitan convivir con su entorno para aprenderlo y desenvolverse. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que los niños sin control en el uso de la red presentan un desarrollo motor disminuido.
“Cerebralmente, hay evidencias de un menor grosor en la parte externa del hemisferio derecho, lo que daña zonas fundamentales para el lenguaje, la empatía y la memoria”, indica Daniel Castro, maestro en Neurociencia Aplicada.
En 2019, la World Psychiatric Association publicó “El cerebro online”, donde se confirma que la atención y la memoria se ven afectadas por el uso excesivo de internet.
“Antes se decía que el cerebro terminaba de desarrollarse a los 21 años, ahora sabemos que es hasta los 25. ¿Qué tantas repercusiones veremos con estas nuevas generaciones que crecieron con un celular en la mano?”, cuestiona la doctora Reyna.
Para la doctora Gina Goldfeder, especialista en psicoterapia, los circuitos neuronales también se alteran: “Tienen menos tolerancia a la frustración, se enojan rápido y buscan un estímulo inmediato”.
La baja autoestima, los desórdenes alimentarios y la dificultad para socializar son consecuencias frecuentes. Incluso aparece la tecnofobia, ansiedad cuando no hay señal o batería.
“Querer frenar la tecnología no es posible, pero sí debe regularse”, concluye el doctor Castro.
EL DATO
De acuerdo con un estudio de la Asociación de Pediatría Canadiense, los niños entre seis meses y dos años que se exponen a al menos 30 minutos al día al celular tienen 49% más riesgo de padecer retraso del lenguaje expresivo.
“Los niños expuestos a pantallas por más de dos horas al día podrían retrasar su desarrollo físico y emocional”, Daniel Castro, miembro de la Asociación Britanica de Neurociencia.
Nota: Karla Pineda Román