Más Información
El Centro Nacional de Inteligencia mexicano alertó a Ucrania sobre la presencia de criminales nacionales que se infiltraron en las fuerzas extranjeras del país para recibir capacitación militar especializada en drones.
La investigación entre el Servicio de Seguridad de Ucrania y la inteligencia mexicana ha documentado al menos una docena de casos de presuntos miembros de organizaciones criminales que se hicieron pasar por voluntarios humanitarios para acceder a entrenamiento avanzado en sistemas de drones de visión en primera persona, tecnología que posteriormente pretenden utilizar en territorio mexicano.
El caso más emblemático involucra a un mexicano conocido como "Águila-7", quien utilizó documentación salvadoreña falsificada para integrarse a la Legión Internacional ucraniana en marzo pasado. Durante su estancia en Lviv, este individuo demostró conocimientos técnicos que despertaron sospechas entre los instructores, particularmente su familiaridad con contramedidas electrónicas y sistemas de evasión térmica.
Según el medio francés “Intelligence Online”, que ha dado seguimiento a este caso, las investigaciones sugieren vínculos con exintegrantes de las Fuerzas Especiales mexicanas convertidos por la maña, en especial por el Cártel del Noreste, debido a su entrenamiento militar especializado.
La sofisticación de la operación ha sorprendido a analistas de seguridad, quienes identificaron una red de empresas de seguridad privada en América Latina que coordinaron el tránsito y colocación de estos individuos. El esquema incluye el uso sistemático de identidades falsas, documentación apócrifa y empresas fachada para facilitar el ingreso a territorio ucraniano.
El conflicto ucraniano ha generado un laboratorio de innovación militar donde se desarrollan técnicas de guerra asimétrica con drones de bajo costo pero alta efectividad. Los programas de entrenamiento incluyen fabricación artesanal, tácticas de despliegue, resistencia a interferencia electrónica y coordinación en tiempo real, capacidades que los cárteles consideran estratégicas para sus operaciones.
La preocupación se intensifica considerando que los cárteles mexicanos ya emplean drones en ataques contra fuerzas de seguridad y grupos rivales, pero hasta ahora con capacidades limitadas. El acceso a tácticas probadas en combate representaría una evolución significativa en su capacidad destructiva.
Entrevistado por “Intelligence Online”, un funcionario ucraniano reconoció la problemática: "Recibimos a estos voluntarios de buena fe, pero ahora comprendemos que nuestro país se convirtió en una escuela para técnicas que pueden exportarse con fines criminales. Algunos aprenden aquí cómo convertir un dron comercial de 400 dólares en un arma letal".