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Los maestros de la CNTE cambiaron los pizarrones y los gises por vasos de cerveza y botellas de alcohol, porque cuando las protestas y las luces se apagan, arrancan cantos, risas y brindis.
En un recorrido hecho por EL GRÁFICO durante todo un día, se encontró que por la mañana docenas de vendedores ofrecen diversa mercancía: ropa, tlayudas, mezcal, llaveros, artesanías, pero también animales como pollos y patos, venta prohibida por la ley local.
Mientras la mayoría de los maestros meriendan café y tamales, hay casas de campaña en donde varios docentes arman la fiesta.
Desde las 07:00 horas, la vendimia se inicia por todo el plantón magisterial. Frente a Palacio Nacional, comerciantes despliegan mercancía a bajo precio, como gorras con la imagen de Joaquín “El Chapo” Guzmán a 100 pesos; playeras con las siglas de la CNTE y el Che Guevara a 80 pesos.
Frente a la Puerta de Honor, entrada exclusiva para presidentes y mandatarios del mundo, una vendedora de un puesto callejero —sobre un carrito de supermercado y con un tanque de gas— ofrece un 2x1 en tacos de bistec.
A unos metros de ahí, frente al edificio sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), un hombre vende pollitos y patitos pese a que la ley local lo prohíbe.
Así transcurren los días y las noches de los profesores, que entre lonas y casas de campaña sortean las inclemencias del clima, mientras insisten en sus demandas, momentos que hacen más pasaderos, entre comida, vendimia y mezcal.

EL DATO
Hoy decidirán si aceptan la propuesta de cinco puntos del gobierno de federal o si se mantienen en plantón.