No hace mucho tiempo, el papa Francisco, quien ha fallecido este día, se vio conmovido y mostró su gran empatía por quienes sufren la pérdida de sus seres queridos.
En mayo de 2022, en el grave contexto de los cientos de miles de desaparecidos en México, recibió en el Vaticano a una madre buscadora de Pajacuarán, Michoacán.
María Herrera Magdaleno, activista defensora de los derechos humanos llegó hasta Roma, en representación de las madres buscadoras de México para entregarle una carta al Pontífice.
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El papa Francisco no solo recibió la misiva, sino que la bendijo y extendió su bendición a las familias que buscaban a sus desaparecidos.
¿Quién es Doña Mary?
Herrera Magdaleno es una madre buscadora que de ocho hijos que tuvo, cuatro están desaparecidos. Ellos son Raúl, Salvador, Luis Armando y Gustavo.
"Doña Mary", como se le conoce, perdió el rastro a sus hijos Raúl y Jesús en agosto de 2008 en Guerrero, mientras que Gustavo y Luis Armando fueron desaparecidos en Veracruz en septiembre de 2010. Desde entonces, ella y su familia se han dedicado a buscarlos, incluso acompañados por el Centro Prodh y la Compañía de Jesús.
Debido a la inacción de las autoridades, 'Doña Mary' y su familia han aprendido a dar seguimiento a sus investigaciones penales, a temas periciales y a la posible colusión de autoridades con grupos criminales.
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Ella y su familia desde entonces han participado en colectivos de búsqueda, movimientos, como el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad e impulsar acciones de búsqueda a nivel nacional.
La carta de una madre buscadora al Papa Francisco
"Doña Mary" entregó entonces al Pontífice una carta donde le relataba la crisis de violencia y las desapariciones en nuestro país, que hoy se encuentran en uno de los más críticos momentos, tras el descubrimiento y el impasse en las investigaciones del rancho de Teuchitlán, en Jalisco. Ahí, en el documento, Herrera Magadaleno le explicaba el rezago forense de cuerpos no identificados; además, la activista le pedía al jerarca de la Iglesia católica que orara por todas las madres que buscaban a sus familiares. El Papa escuchó con empatía su narración y mostró su solidaridad con las madres buscadoras de México.
La visita de Herrera Magdaleno al Papa hace casi tres años es relevante por su llamado al mundo eclesiástico a la empatía por la lucha de miles de familias y también para hacer visible en el mundo su petición de que los gobiernos responsables tomen acciones para buscar a las personas desaparecidas y mejorar en políticas públicas para combatir la violencia, pero es más de destacar que el Pontífice se sumó al dolor de las madres buscadoras, con su bendición.