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Varios franeleros se han adueñado de las calles de la colonia Peñón de los Baños y amenazan a vecinos con ponchar las llantas de sus coches si no ceden los espacios que usan para estacionarse.
En la zona aledaña a la Terminal 1 del Aeropuerto capitalino (AICM), los llamados “viene viene” se apropian de la vía pública y apartan espacios en las calles, los cuales ‘rentan’ a automovilistas que trabajan en la terminal aérea, quienes pagan 30 pesos por turno de ocho horas, aunque a las personas externas, que tal vez ignoran que el estacionamiento del aeropuerto tiene una tarifa de 58 pesos por 60 minutos, les llegan a cobrar hasta 100 pesos por el mismo tiempo.
En esa parte de la alcaldía Venustiano Carranza, en calles como Hidalgo, Colones, Durango, La Paz y Quetzalcóatl, aledañas a la Av. Capitán Carlos León, es común encontrar decenas de llantas que los franeleros usan para impedir que los colonos o visitantes que acuden al AICM estacionen sus coches. También usan cajas de madera, rejas de refrescos, garrafones y bidones que entorpecen el tránsito en las cuadras, donde suelen acomodar hasta en triple fila los vehículos, y en las aceras, incluso, llegan a colocar plumas metálicas para delimitar los espacios.
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“En esta parte sí existe mucho eso de que apartan los lugares, ponen botes o ponen llantas, garrafones, no te dejan estacionar, si te estacionas te ponchan las llantas. Una vez me echaron a la grúa y otra vez me bajaron las llantas, te amenazan aparte de todo, te dicen que si no lo quitas (el coche) van a llamar a las grúas”, relató la señora Natalia Espinoza, quien labora en la colonia Peñón de los Baños.
RESIGNADOS
Algunos vecinos se resignaron a la problemática y señalan que la colonia ya le pertenece a los franeleros que, además, utilizan las banquetas para estacionar motocicletas y cobran 50 pesos por tiempo ilimitado, sin importarles que el paso peatonal se vea entorpecido; “aquí en la colonia ya es un despapaye, se adueñan de la calle todos, se avorazan, dejan los carros estacionados por todos lados y hacen un desmadre aquí”, expuso una vecina.
Los franeleros se refugian bajo sombrillas, y otros, trapo en mano con chalecos fluorescentes, invitan a automovilistas a que los sigan al lugar apartado.
IMPUNIDAD
Pese a que hay patrullajes de elementos de la SSC, los llamados “viene viene” operan con total impunidad sin importarles que actualmente la Ley de Cultura Cívica sanciona estos actos con multas de hasta 3 mil 500 pesos o arrestos que van de 13 a 24 horas.
