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El señor Ocampo acudió a cobrar su pensión del Bienestar y como todos los meses fue solo, pero esta ocasión fue víctima de la rata, que además de quitarle su pensión, los drogaron y le bajaron hasta la ropa.
Aunque él vive en Ecatepec, acudió el pasado 19 de marzo a la sucursal del Banco del Bienestar de Santa Isabel Tola, en la alcaldía Gustavo A. Madero, y le tomó menos de 10 minutos retirar su apoyo, pero al salir una mujer le hizo la plática le pidió acompañarla a la terminal, lo que se le hizo sospechoso y regresó al banco para hacer tiempo.
Ahí una segunda mujer mayor le preguntó si ya había cobrado su pensión, que ella ya tenía el dinero, que había dejado a una señora en la terminal que le pidió ayuda y se pusieron a platicar, explicó su hijo.
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Tras unos minutos, le invitó un licuado y caminaron hasta un mercado cercano. Gracias a la investigación y videos de vigilancia, después descubrieron que ahí esa mujer le puso algo a la bebida de la víctima y hasta la mueve con el popote.
Al salir, del mercado caminan por Indios Verdes, cerca del Banco del Bienestar, pasan por unos arcos y el señor ya parece desorientado, pero ya no se les ve más, hasta que don Ocampo apareció cerca de la medianoche en su casa, con otra ropa y desorientado.
EL MODUS OPERANDI
Gracias a las investigaciones de autoridades y de la familia de la víctima se obtuvieron videos donde se aprecia todo el recorrido de don Ocampo y las ocasiones en que las mujeres lo abordaron días antes de dar el golpe.
Sin embargo, esta banda ya había ubicado al señor y le habían sacado información sutilmente, como su apellido, colonia en la que vivía, día en que cobraría su pensión y la sucursal a la que iba con una plática en las instalaciones de Telmex, donde la víctima acude a pagar su recibo telefónico.
De esta manera, la señora que le invitó licuado lo abordó días antes, por lo que al señor se le hizo familiar su cara.
Esa misma fue la que le puso una sustancia al señor que le hizo perder el conocimiento hasta días después, cuando regresó a su casa en Ecatepec, con otra ropa y con algunos problemas de salud, por lo que tuvo que recibir atención médica.
Su hijo comentó a este diario que cuando llegó a casa su papá estaba temblando, con una ropa diferente con la que salió, no podía hablar, pero de manera fragmentada, nos platica que lo habían secuestrado, golpeado, le quitaron todo, el dinero que había cobrado, sus identificaciones, el celular y hasta la ropa. Que lo aventaron en un lugar con basura.
Por ello, su hijo llama a otras personas a que acompañen o los adultos mayores a cobrar su pensión, porque aunque parecen autosuficientes, la gente se aprovecha, les hace la plática, sacan información, generan confianza, para después robarlos, secuestrarlos y poner en riesgo su vida.
