El Congreso de la continúa el debate sobre la iniciativa ciudadana que busca prohibir los espectáculos públicos y privados con animales, incluyendo las corridas de toros.

Mientras algunos legisladores y grupos en favor del respaldan la propuesta, otros buscan alternativas para que la Fiesta Brava continúe sin afectar a quienes dependen de esta tradición.

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Defensa de la tauromaquia y su impacto económico

Durante la tercera jornada de mesas de diálogo, la diputada Daniela Álvarez (PAN) abrió la sesión argumentando, desde una perspectiva científica, que la genética del toro de lidia determina su agresividad y que la tauromaquia juega un papel clave en la preservación de esta especie.

Álvarez destacó que la iniciativa ciudadana cuenta con más de 27 mil firmas de grupos de la sociedad civil, pero señaló que no existen datos exactos sobre el número de personas cuyo sustento depende de la tauromaquia. Sin embargo, mencionó que en México hay 259 ganaderías de toros de lidia, cada una con un promedio de 70 empleados, lo que representa miles de personas que dependen económicamente de esta actividad.

Asimismo, enfatizó la necesidad de garantizar el derecho a la identidad y la pertenencia cultural de la comunidad taurina, pues la tauromaquia sigue contando con una gran afición en la capital.

Propuesta de corridas sin violencia

Por su parte, la legisladora Martha Ávila (MORENA) planteó la posibilidad de mantener el espectáculo taurino sin causar lesiones al toro. Sin embargo, los expositores señalaron que el elemento central de la tradición es precisamente el enfrentamiento entre el torero y el animal.

No obstante, se mostraron abiertos a discutir opciones con la comunidad taurina para modificar la práctica sin afectar a quienes dependen de ella, lo que podría traducirse en un acuerdo intermedio.

Posturas en contra de la tauromaquia

El diputado Víctor Hugo Romo (MORENA) fue una de las voces más críticas, señalando que permitir las corridas de toros en su forma actual contradice la Ley de Protección y Bienestar Animal, ya que se tipifica el maltrato en otras especies, pero se permite en los toros.

A su vez, Royfid Torres González (MC) argumentó que el derecho a la identidad y la cultura no puede estar por encima de leyes que han evolucionado para garantizar el bienestar animal. Destacó que la crueldad hacia los toros y gallos no debería ser exceptuada, ya que la tauromaquia y las peleas de gallos han sido señaladas como prácticas que implican sufrimiento innecesario.

La tauromaquia como identidad cultural y motor económico

El torero Diego Silveti defendió la Fiesta Brava, asegurando que es una actividad cultural de interés nacional que genera cerca de 147 mil empleos. También resaltó la identidad y el respeto que los taurinos y ganaderos tienen por el toro de lidia, argumentando que el sector contribuye a la conservación de otras especies.

“Los que realmente somos animalistas somos nosotros, los que nos dedicamos a la fiesta de los toros. La tauromaquia ha generado ecología, economía, cultura y arte”, afirmó Silveti.

El debate sigue abierto en el Congreso de la Ciudad de México, mientras se busca una solución que equilibre la preservación cultural con la protección animal.

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